- Cinco almas, cinco ángeles.

Pues yo me hago la pisha un lío con este fic xDDDD
Pero me gusta. Omg, Delia es un vampiro? Y Janet se convertirá en uno de ellos? Me recuerda al libro de "Medianoche".
Sigue

Una marca ee? Interesante...
Me hice un pequeño lio al final...
pero por lo demas... SIGUE! xDD esto se pone interesante
Una cosa, porque esta en esa casa la chica? Que era de su abuela o algo?

Marca. Marca de vampiro, que siiii.
Fijo que Janet puede verle porque es una no-muerta (?????)
Sigueee

A ver Alba... que el titulo es Cinco Almas, Cinco Angeles... dudo que aparezca un vampiro jajajaja Bueno aunque quien sabe...

- Vladimir.

Que mono el niño... (Alba te acuerdas Dimitri Bladimir xDDD con b xD)
Pero como le pudo dar tanta pena que el niño se fuera si lo habia conocido y ya lo habia mandado de vuelta a ... al cielo o adonde sea que van als almas xD
Que pasara en el siguiente capi chanchanchanchaaaaán!

Aaay, Dimitri Bladimir... que será de su vida xDDDD
¿Por QUÉ lo dejas ahí? Maldita xDDD
Me recuerda a la de Entre Fantasmes (siempre saco algún parecido con algo)

Hala, ya se ha metido en problemas. Si es que... ¿Y por qué Glace no quiso salir? ¿Y quienes son esos tipos?

Capítulo 2: Su piel



...El asco recorría mis venas, intenté apartarle...pero cuándo mi pierna quiso elevarse hasta su entrepierna, la debolvieron el golpe, que la estampó contra el árbol. No pude posarla, me quemaba...Cuándo sus labios se abalanzaron a los mios un bufido resonó por la calle, y en un abrir y cerrar de ojos mi agresor estaba en el suelo, desmayado. Al apartarse de mi caí al suelo, ya que al no poder posar la pierna todo mi cuerpo se desequilibraba por completo. Mis suaves quejidos llamaron su atención, la atención del chico al que pretendía salvar. Aunque fuera él el que me salvó a mí. Me clavó sus ojos, y yo le clavé los mios. Me hacia sentir mal...le ofrecí mi ayuda y me rechazó. Aún estaba dolida por ello... Cómo pude me levanté del suelo, tragandome el dolor, que me hacia sufrir arcadas. Caminé unos pasos...
-...estas bién?- Dije con tono preocupado aunque a la vez enfadado.
-Perfectamente- Le respondí con brusquedad, como he dicho antes, me sentía dolida por su rechazo.
-Mientes.- Su sonrisa pícara me revolvió el estómago y por un momento pensé tener esa especie de "gusanos" que te incordian en los peores momentos.
-No necesito tu ayuda.
-No te la he ofrecido- Dijo burlonamente, la verdad es que no era un momento preciso para ello. Para hablarme de manera graciosa...por así llamarlo.
-Ui, que graciosillo- Le miré con el mayor odio posible, aunque dudo mucho que lo notara...
-Te acompañaré...
-No. No necesito tu ayuda, me las apaño sola.- Le corté, y me caminé 4 pasos, con la cabeza bién alta, para que supiera que estaba perfectamente. Pero mi pierna me falló, y sumado a mi torpeza ocasional hizo que perdiera el equilibrio. Lloriqueé, me dolía muchisimo...he de reconocerlo...Entonces corrió hacia mí, y deslizó sus manos tras mi cintura...le intenté apartar, pero mi fuerza no dió su fruto, asi que me fué imposible. Sin hablar le eché una mirada...de esas que matan sin palabras. Se echó a reir, una risa dulce, que casi me hace sonreir. Pero...esa felicidad iva a durar poco, y mi resguardo en sus brazos también. Salí precipitada, mi cabeza chocó fuertemente con el suelo, dejando a su paso una mezcla de nieve y sangre. Me giré para ver que pasaba, y ví como mi agresor pegaba ferozmente a mi salvador, por llamarlo de algún modo. El chico que me acogió entre sus brazos, le derribó de un golpe, y la bestia calló al suelo, definitivamente. Pero por si acaso éste le lanzó dos puntapiés. Sentía que se me cerraban los ojos...
-Oh, dios. ¿Estás bién?- Dijo mientras me volvía a coger entre sus brazos
-No...veo nada...no me sueltes- Susurré [...]

Al poco tiempo de este suceso me desperté, estaba en mi casa, tumbada en el sofá. Pero aún mi vista estaba tras una capa de niebla, me froté los ojos, mirando, cada vez mejor, a mi alrededor. No había rastro de Glace, ni de nadie...ni tan siquiera el chico.
-Buenas noches bella durmiente- Pegué un bote, y entonces me di cuenta de que mi cabeza estaba apoyada sobre sus piernas. Cómo he podido ser tan tonta? No me he percatado de que mi cabeza estaba sobre él...
-Te dije que no necesitaba tu ayuda...
-Y yo me pregunté, los incoscientes andan por si solos?- Dijo burlonamente, otra vez.
-Ya empezamos, ya tuvo que salir el graciosillo- Dije refunfuñada, y él reespondió con una carcajada, tras ver mi gesto. Me levanté de sus piernas, y me incliné hacia la mesita, para encender la lámpara. Me giré y le miré...se me heló el rostro. Estaba ensangrentado, tras la pelea.
-...tu...tu cuerpo...
-...déjame...estoy bién...
-Mientes, ahora vuelo, quedate quieto, pienso curarte- Me deslizé haciendo la pata coja, hasta llegar a la entrada, dónde, sobre mi maleta se hayaba el botiquín de primeros auxilios. El mejor equipado. Sabía curarle perfectamente, en el orfanato de mi infancia leí millones de libros acerca de la medicina y las heridas. Sabía curar cualquier tipo de ellas. También en aquel orfanato tuve un pequeño trabajo en la enfermería ya que curaba mejor que la propia enfermera. Esta técnica la usé para curar toda clase de animalillos, convirtiendome así en una veterinaria de primera. Orgullosa de mis aprendizajes sobre la medicine me senté al lado del chico.
-Quitate la cazadora- Le insté, rapidamente se la quitó, dejando al descubierto una camiseta de manga corta. Le senté en el suelo del salón, para no manchar el sofá. Y comencé a curarle las heridas de la cabeza. Poco a poco y con delicadeza. A decir verdad era el mejor paciente que había tenido nunca, estaba callado, mirando cada uno de mis movimientos. Y de vez en cuando fíjamente a los ojos. Acabé de curarle la herida de la cabeza, una herida leve, y pasé a sus labios. Me detuve en seco, por unos segundos...mirando sus labios...reacciona me dije. Y así lo hice, comencé a curarselos, las lentamente...y cuándo posé mis manos sobre su rostro, para sujetarle la cara se estremeció...yo también lo hice, él echaba fuego y yo estaba mas fría que un cubito de hielo.

-Estate quieto, ¿quieres?
-Cómprate una estufa, estás helada- Y otra vez volvió a sonreir. Maldita sonrisa. Le apreté con fuerza. Él, molesto se quejó un poco. Y yo le sonreí de la misma manera que él lo hizo conmigo. Con el dedo unté una especie de "pomada" para sus resecos labios, y se la eché por cada franja, hasta llegar a sus comisuras. No podía dejar de mirarlos...y él de mirarme a mí.
-Bueno, tu cara ya está curada, déjame ver tus brazos
-No necesito tu ayuda- Dijo en el tono de voz que puse yo cuándo me rechazó. Y volvió a sonreir.
-No empecemos...- Le miré malamente, y el se carcajeó de nuevo. Me sacaba de quicio, para ser sinceros. Le cogí de una mano y alcé su brazo, para examinar las heridas.
-¿Te encuentras bién?...
-¿porqué lo dices?
-Tu piel, es muy fría...
-Oh..ya...siempre ha sido así
-¿No has ido al médico?
-No han inventado remedio para cambiar mi piel. Aunque me pregunto yo...¿habrán inventado algo para los que no callan?- Le dije secamente, pero sin mala intención
-Jajajaja ui que graciosilla...- Sonrió dulcemente tras acabar de hablar, y yo carcajeé con él... Al acabar de curarle los brazos, se levantó, sin dar explicación alguna. Y yo divisé algo bajo su camisa...
-No tan rápido- Le agarré la camisa por detrás, y tiré de ella, despedazandola en el acto. Entonces se me desvocó de nuevo el corazón, acelerando el ritmo...[...]

Dios, el tío está caliente (???) Es Jacob xDDDDDD
O al arrancarle la camiseta ha visto una herida muy fea o ha visto el cuerpo del deseo number one xDDD

Capítulo 2: Su piel




...aún seguí un tanto impresionada, le había roto la camisa, y no había hecho fuerza alguna...o eso creía. Dejé de mirar la camiseta, aunque seguí absorta. Alcé los ojos y vi su piel, su desnuda piel. Boquiabierta me acerqué, sigilosamente. Mi cuerpo se veía extrañamente atraido por el suyo...sentía la necesidad de acariciarle, pero me paré en seco. De dónde salian estos sentimientos que jamás sentí...por nadie. Tragué saliba. Él, mientras tanto miraba al frente, con la respiración jadeante. Le toqué el hombro, para que reaccionase, y así lo hizo, se derrumbó a mis pies. Y sentí un fuerte dolor, que hizo encogerme mientras me abrazaba a mi misma con las manos. Era insoportable, pero no le hice caso. Me arrodillé y cogí al chico entre mis brazos, como él hizo conmigo. Le dí la vuelta, para poder examinarle, para intentar saber si su desmayo venía de mucha pérdida de sangre. En efecto, abrí los ojos como platos, tenía una gran herida, y no exagero. Le cruzaba todo el estómago. Corrí lo mas rápido que pude, para coger una aguja y un hilo. En cuánto llegué, me arrodillé de nuevo, y noté su pulso, débil...muy débil. Empecé a coserle la herida, enlazando cada trozo de su piel. Poco rato tardé en coser el último lazo. Lo hice rápido, tenía práctica. Pero también lo hice con cabeza, sabía perfectamente como coserle. Le eché ciertos productos para que la herida sanase lo mas rápido posible. Y...me quedé mirandole, no podía dejar de hacerlo. Ahí fué cuándo compartió conmigo su sufrimiento, noté todo su dolor. Así empecé a llorar, temiendo por el acecho de la muerte a su cuerpo. La herida era grave, y su pulso débil...las esperanzas eran casi nulas...Miré el reloj con los ojos desgarrados, aún eran las 5:36 de la madrugada. Le subí como pude al sofá, para que estuviera cómodo, aunque no se diera cuenta. Yo velando por su sufrimiento me puse en el suelo, apoyando la cabeza en el sofá. Las lágrimas me habían derrotado, estaba muy cansada, siempre lo estaba cuándo lloraba. Poco a poco cerré los ojos, y me quedé dormida...
Noté una caricia, una dulce caricia. Abrí los ojos asustada, temiendo que todo lo que había pasado aquella madrugada hubiera sido un sueño, pero no lo era. El estaba allí, mirandome con una sonrisa tierna, aunque pude descifrar el dolor que llevaba.
-Buenos días- Dijo sonriente, para quitar "hierro" al asunto
-¿Estás bién?, ¿te duele mucho?,ahora vuelvo voy a curarte de nuevo, espera- Dije rápidamente, tan rápido que no le dió tiempo a contestar siquiera. Corrí hacia la mesita de al lado, que no estaba lejos, pero quería curarle deprisa, ya que eso evitaría el aumento de dolor.
-Túmbate en el sofá- Le insté, vaciló un rato, y yo le dirigí una mirada, indicandole que me hiciera caso, y así fué. Se tumbó y yo posé mis manos en su regazo, viendo que la herida estaba casi curada. Pensé; cómo se ha podido sanar tan rápido, mis medicinas no tienen tal eficacia...Le miré con asombro, y con el ceño fruncido levemente.
-Está...casi curada...- Esbozó una sonrisa, de esas que tanto encantan.
-Me vas a quitar los puntos, o me los quedo de recuerdo?- Dijo picaramente, y yo le miré con desdén, aunque escondiendo una sonrisa, que me había robado sin querer.
-Vaaaale, ya voy- Lo dije con entusiasmo, y con entusiasmo lo hice, empecé a descoser cada hilo que tanto trabajo me había costado, todo esto lo hice con delicadeza, para evitar sus quejidos. Uno menos...uno menos...el último, y ya está, no quedaban más.
-Ya estás...
-Muchisimas gracias, ahora me toca curarte, jajaja
-Curarme, ¿el qué?- Miró a mis pies, indicandome el camino que seguir para saber a que se refería, y en efecto, mi pié seguía vendado, aunque ni me acordaba. Es más había corrido incluso con el pie vendado, y ni me quejé.
-Ven que te voy a quitar la venda- Se aproximó hacia mí, y mi corazón volvió a correr libremente, sin pararse a pensar las consecuencia que podía llegar a llevar consigo. También tuve una invasión de mariposas estomacales, las cuales dejaron secuelas rojas en mi cara (me ruboricé un poco). En cuánto acabó de quitare la venda, me di cuenta del inmenso moratón que tenía, la gama de morados verdosos de los moratones ya no existía, mi moratón era negro-marrón. Me acarició el moratón suavemente, sus dedos eran como plumas, suaves y cálidas...
-Gracias...- Le dije temerosa, tenía miedo de mirarle a los ojos, pensé que quizá vería mas ayá de ellos.
-Tengo una duda desde la madrugada
-Oh...pues pregunta
-¿Cuál es tu nombre?
-Janet, puedes llamarme Jane, y tú?
-Draco, puedes llamarme Drake- Esto lo repitió con mi agudo tono de voz, cosa que no me hizo gracia. Aunque el se echó a reir, a cuenta de mi cara de pocos amigos.
-¿Y a que colegio irás?
- Brandon School, unas cuántas calles mas abajo de esta casa
-Se dónde está- En ese momento sonrió y me sacó la lengua, le miré con la cara que puse anteriormente, la de los pocos amigos. Y aumentó sus carcajadas. Era una persona bastante feliz...a pesar de tener grandes heridas por su cuerpo.
-Dónde estará glace...-Susurré....
-¿Qué has dicho?- De pronto cambió su cara, ya no era la cara sonriente de antes, ahora su rostro era frío, cómo mi piel. ¿Que habrá entendido?, me pregunté...
-Mi mascota, no sé dónde se ha metido...miré el reloj, y me sorprendí al ver la hora que era, ya eran las 11 del mediodía, ya habían pasado dos días desde mi llegada...
-¿Pero cómo la has llamado?- Me cortó secamente
En ese instante ambos giramos la cabeza hacia la puerta, de ella salía un ruido...alguien la forzaba desde fuera, la puerta del jardín...[...]

¿Draco? WTF? xDDDDD
Y yo que llevaba un buen tiempo preguntándome el nombre del chaval y ahora resulta que me saltas con esto xDDDD
¿Y que narices la pasará con Glace?

Sigo queriendo saber que le pasa a Glace con Draco grrr

Mala persona T_T

Puff, pense que no iba a volver a alcanzarte en la historia porque hubo unos dias que no puede leer xD
Asi qeu Drake ee yo tambien quiero saber que le paso a Glace con Draco... Y eso de que la sombra se transformo en Glace?? que es como un animago?? mmm... me huele a gato encerrado (chiste facil, por lo del ronroneo de los cajones xD)