Re: - Cinco almas, cinco ángeles.

myhappyending Lun Feb 15, 2010 6:50 pm

-Quitate ¡YA!
-¿Cómo se piden las cosas?
-Oh, te la guardo, has dado con el rencor personificdo
-¿Tiemblo?- Tan burlón cómo siempre, qué raro. Apreté los dientes para evitar que salieran ciertas palabras de mi boca, aunque las ganas de decirlas eran inaguantables. Echaba humo por las orejas, y no era de extrañar. Un burlón encima mio, burlándose de mi y encima inmovilizandome, ¿qué mas podía pedir?. Intenté revolverme en el suelo, pero estaba tan sujeta que no conseguí moverme un pelo. Suspiré, y me aguanté la cabeza en la mano, con el ceño fruncido y desesperado. Él, para colmo se rió más y más. Miré hacia la puerta, pero no veía nada; ya que estaba pensando en una salida. De pronto mis ojos se percataron de dos siluetas, que enfoqué a toda velocidad. Mis ojos se desorbitaron, y Drake paró de reir, para fijarse, al igual que yo. Dos personas nos miraban fijamente desde la puerta del salón. Las miramos y se miraron entre ellas, con un gesto dudoso. Después, volvieron la vista a nosotros. Draco me levantó del suelo sin palabra alguna, teníamos los ojos clavados en ellas. Eran las dos chicas a las que rescatamos de Derek y Marco.

-Hola... - Dijeron al unisono, la timidez era palpable en sus voces, y también se apreciaba miedo. Eran dos muñecas de porcelana, pálidas y rubias...una belleza digna de admirar.
-Hola - Las saludé. Me sentía como el patito feo delante de los cisnes, Draco y ellas dos eran hermosos...en cambio yo...me odiaba desde el Orfanato, y me seguiría odiando. No sentía sentimiento alguno hacia ningún ser, incluyéndome a mi. Asi que...me veia una persona detestable, cómo creí aparentar ser antaño, ya que el ser ignorada produce esta clase de traumas psicológicos. Te metes en una burbuja, te aislas y te odias...suspiré para mis adentros, y sonreí con mi mejor sonrisa, para que se sintieran agusto. Ambas me la devolvieron, y solté mi pregunta precipitadamente
-¿Os encontrais bién?
-Sí - Otra vez al unisono, enarqué una ceja, para lo poco que habían hablado ambas habían contestado lo mismo y a la vez. Me pregunté si quizá eran hermanas, eran rubias, preciosas y su físico parecido. Además las caracterizaba la timidez. Siempre me fijaba en estos detalles, los que definían a una persona, me encantaba descifrarles con exactitud; años de práctica.
-¿Qué nos pasó? - 3ª vez el unisono, ambas se miraron incluso extrañadas de tanta coincidencia, yo esbocé una sonrisa, y me la devolvieron sin falsedad alguna. Las indiqué que se sentaran en el sofá y las comencé a relatar lo sucedido. Quedaron boquiabiertas, y en algunos puntos de la "historia" se tapaban la boca con la mano y abrian los ojos como platos, causados por el asombro.
-Casi mueres...y yo lo ví...- La chica amordazada dijo esto entre suspiros.
-Bueno, lo importante es que estemos bién - Dijo con una sonrisa dulce, y a la vez triste
-Sí...muchas gracias por cuidarnos...
-Un placer...- No sabía sus nombres, asi que dejé la frase caer.
-Ella es Cristal y yo Alice - Tenían unos nombres muy buenos para sus caracteres, la chica que casi se ahoga, de pelo platino, ojos de miel y que no paraba quieta era Alice, la sonámbula de la noche. Y la otra que tenía el pelo rubio un tanto oscuro, de ojos verdes y dulce voz era Cristal. Parecían delicadas florecillas silvestres, aún así las apariencias pueden engañar.
-Yo soy Janet y el Draco - Éste no habló, se quedó en silencio, mirando las musarañas, yo sin embargo tuve una larga conversación con Alice, parecía no tener fín, "no calla ni debajo del agua" pensé. Pero al rato me di cuenta de que era ella la que casi se ahoga. Al cabo de unas horas de conversación, llegó la hora...sí...la hora de las despedidas. Eran encantadoras, me gustaría conocerlas más, pero quizá no sea posible.
-Os acompaño hasta la puerta - Las sonreí con dulzura, Cristal y Alice..dos nombres perfectos para tales formas de ser. Respiré hondo, suspiré y abrí la puerta con gracilidad.

Bea_J Miér Feb 17, 2010 7:16 pm

Pero, no les pregunta que les paso? jooo xD yo queria saber quieenes eran los tipos esos que las tenian amordazadas y tal... xD

myhappyending Miér Feb 24, 2010 7:32 pm

-Algún día nos veremos - Dijo Alice con una sonrisa de oreja a oreja, pensé que se la salía de la cara.
-Eso espero - La dije con otra sonrisa, pero no tan grande, era imposible.
-Adiós- Cristal se despidió con un dulce gesto de mano, y con una sonrisa tímida. Al cerrar la puerta mis ojos se desplomaron, encontrándose con el suelo, y a su vez con la tristeza que causaba despedirse de dos personitas tan simpáticas. Me acomodé las manos en la cintura, y miré a Draco, que estaba unos pasos por delante de mí. Me mordí el labio, arráncandome la piel (no con brusquedad) tenía esa costumbre desde pequeña, y ahora era imposble quitarla.
-¿Te ha comido la lengua en gato?
-No...
-Entonces...¿porqué no has hablado?- No obtuve respuesta, pero opté por responder con una "indirecta"
-No me digas que era por timidez, que no te creo- Le dije con ceño fruncido pero sin enfado alguno
-No lo sé, enserio - Rió entre dientes cabizbajo
-Aih ...- Suspiré dejando entrever una sonrisa, y caminé hacia el salón, para poder recoger la manta, con la que dormí entre sus brazos por la noche. Sólo de recordar su piel contra la mía me ruborizaba, por lo tanto intenté desordenar las ideas de mi cabeza, y pensar en otra cosa. Me resultó díficil, por lo tanto no conseguí dejar de pensar en él.
-¿En qué piensas? - Estaba recostado en el marco de la puerta, percatándose de cada uno de mis movimientos, y cómo no...con una sonrisa pícara.
-En nada ...
-Mientes
-Déjame en paz - Tras oir esto se carcajeó...siempre que decía esas estúpidas palabras lo hacía, me hervía la sangre, pero me contuve. Le ignoré y seguí ordenando las cosas, él hablaba, pero ni le escuchaba, afortunadamente.
-Me voy
-¡¿QUÉEEEEEEEEEEEEE?! - Salté de repente
- ¡Picaste! - Casi se tira al suelo, de la risa que le produjo. Yo suspiré intentando calmar mi "ira" por así llamarlo. "Respira hondo Jane, respira hondo..." me repetí entre susurros. "Tierra, trágale que le mato" supliqué al cielo, pero no surgió efecto. Seguí ahí, riendose, con menos intensidad pero riendose, y yo ordenando y de mal humor.
-¿No te vas a ir nunca o qué?
-Jaja, me voy ahora, tengo que estar a las 2 en casa, asi que...hasta la vista
-...ójala te pierdas por el camino y no vuelvas nunca aquí- susurré bromeando
-Te he oido
-Me alegro- Le provoqué, se acercó a mi, y su rostro estaba a centímetros del mio.
-No me das miedo
-¿Ah, no?- "Oh dios...esa voz no porfavor" me dije, era tan perfecta, atraía, cómo un imán. Aún así, contesté con firmeza.
-No- Al acabar de negarme rotundamente se abalanzó sobre mí, tirandome al sofá y haciendome cosquillas
-¡COSQUILLAS NO! - Exclamé con lágrimas en los ojos, era la peor tortura del mundo, por lo menos para mí. El se reía con malicia, haciendo caso omiso de mi sufrimiento. Le supliqué entre jadeos que parase, y así lo hizo, porfín se dió por satisfecho. Me coloqué la ropa y me sequé las lágrimas de los ojos como pude.
-Adiós pequeña - Me revolvió el pelo y se despidió, yo me quedé parada, intentando coordinar mi respiración acelerada. Mientras lo intentaba Glace apareció tras mis pies. Estaba serio, no le hacia gracia alguna la presencia de Draco.
-¿Te lo has pasado bién?- Dijo amenazador...
-Sí...- Dije extrañada, su tono sarcástico me había resultado estúpido. "¿Qué le pica?" me pregunté, a la vez, fruncí el ceño para mirarle. Haciendo caso omiso de mi gesto caminó hacia no se dónde, pero fuera; en la calle. No le pensaba seguir, si era lo que pretendía. No había hecho nada malo, por lo tanto no tenía un "porqué" para arrepentirme, asi que no se me ocurrió otra idea mejor. Me senté en el sofá, mirando al suelo, pensando en qué hacer ahora. Estar sola en una casa sin compañía alguna resulta aburrido, aunque siempre solía tener soluciones. En el Orfanato por ejemplo, leía libros, me absorbían todo mi tiempo, sin darme tiempo a aburrirme. Suspiré... y mis ojos se percataron de algo, algo que no había vuelto a investigar; la puerta del salón, por dónde me caí y encontré a Vladimir. Una sonrisa inundó mis labios, incluso sentada estaba saboreando la emoción de lo que me pudiera encontrar ahí abajo. No me lo pensé dos veces, por lo tanto me levanté rapidamente del sofá y levanté la pequeña puerta que separaba los pasadizos del suelo. En el instante se me encendió la "bombilla", "a dónde vas sin luz?" me pregunté, llegué hasta la entrada principal y cogí la linterna de mi maleta, que por cierto, aún no la había colocado...da igual, mas tarde lo haría. A zancadas llegué otra vez al salón, y bajé por la puerta de un salto. Me sacudí la ropa y empecé a deslizarme con sigilo, cómo hice cuándo llegué hasta Vladimir y le liberé de su tortura, calmé su alma...y aún le echaba en falta, suspiré al recordarlo, pero esbocé una sonrisa, siempre que le recordara debía hacerlo, cómo le prometí. Me estremecí, una corriente fría había cortado de cuajo mis pensamientos; era la habitación dónde estuvo Vladimir. Entré sin dar orden alguna a mis pies, recordé cada parte en la que estuve con él, y con su muñeco, que ahora era mío, le llamé Sonrisas, ya que ver sonreir a Vladimir el regalo mas pequeño, pero a la vez el mas grande. Dejé de recorrer la sala con la mirada, y me absorbió la oscuridad del pasadizo de enfrente, quería ir y pronto, aunque sin Glace iva a ser distinto. De echo me arrepentí de no haberle llevado conmigo...pero ya no había vuelta atrás, la intriga me corría por las venas y mi cuerpo me obligaba a ir tras ella. Por lo tanto seguí hacia las entrañas del subsuelo. Respiré profundo, ya que noté un olor familiar en el aire, olía a viejo, olvidado...ese olor...de hace tantos años...

myhappyending Miér Feb 24, 2010 7:32 pm

Siento haber tardado tanto en escribir...
Semana de exámenes trabajos étcétc.. xD

Bea_J Vie Feb 26, 2010 5:49 pm

Yo tambien lo siento por no haber leido antes xD tambien tube semana de examenes trabajos y eso jajaja
mmm... ya vuelve la accion ^^ eso esta bien se encontrara otra alma??
Yo tmnbn estoy ntrigada como ella por saber que se va a encontrar xD

myhappyending Jue Mar 11, 2010 6:25 pm

Semanas de evaluaciones, trabajos, exámenes lo siento, siento no haber podido escribir, aunque creo que poca gente lo lea xD
Aquí os traigo un TEXTAZO.

myhappyending Jue Mar 11, 2010 6:27 pm

Me revolvieron el estómago unos recuerdos desperdigados y insignificantes, que me hicieron darme cuenta de la hora que era (las 4 de la tarde) y que mi estómago rugia cuánto podía. Tenía tanto hambre...pero se me había olvidado por compleno nada mas entrar al subsuelo. Meneé la cabeza intentando quitarme el hambre y los recuerdos, no lo conseguí pero al menos dejaron de ser tan punzantes. Camine otro poco, mirando al suelo y con los brazos entrelazados, cubriendo al rutón estómago. En un claro de luz levanté la vista, y se me calló la linterna al suelo...era impresionante. Mi boca se entreabrió dejando escapar el aire, y dando paso a mi asombro. "No me lo puedo creer", balbuceé. Mis labios temblaban, junto con mis piernas, mi corazón obtuvo también efectos secundarios, por lo tanto empezó a galopar apresuradamente y sin control, respirar por la nariz me resultaba practicamente imposible, asi que no me quedó otro remedio que respirar por la boca. Millones de escalofrios atacaban mi cuerpo, pero ni me inmutaba. Lo que mi ojos veian me tenía totalmente hipnotizada, eran libros...libros de todas las clases, en estanterías que surcaban hasta el techo, aproximadamente 4 metros de altura. Quién no aprecie la lectura no sabrá esta sensación, aunque aún así, ver aquello era increíble, "¿dónde hay un lugar parecido?" en un libro, solamente en un libro hay un lugar igual a lo que mi imaginación creó, y aún así no es real cómo esto. En el libro de La sombra del viendo, Daniel entraba a la "librería" y le condujeron hacia un pasillo, dónde encontró el Cementerio de los libros Olvidados, y ahora, ese mismo pasillo está frente a mis ojos. Saqué mi cámara, pensé que se me caería de las manos, ya que el nerviosismo no me dejaba ni enfocar con agudeza. Me paré quieta, cerré los ojos y respiré hondo, intentando tranquilizar mis nervios. Lo conseguí, bueno...mas bién conseguí disminuirlos, y no quitarlos completamente. Enfoqué con la cámara los rincones de ese pasillo de libros, tomé unas cuántas fotos y la devolví al bolsillo, ahora tenía las yemas libres, para repasar cada tomo con mis dedos. Poco a poco mientras abanzaba me iva mordiendo los labios, saboreando cada cubierta rugosa y húmeda. Desperté del pequeño trance, ya que se había acabado el pasillo y mis dedos tocaban el vacío. Desperté a mis ojos, y pude ver más, mas y mas libros. Rebosantes en cada estantería, calculé que fueran unas 10, por lo menos en esta parte del "laberinto". Y si aquí eran 10...cuántas serían en toda la sala, ya que mirando al techo se la veía mucho mas extensa...sólo estaba disfrutando una parte, pero cuándo la desenvolvería de sus pasadizos y la conociera como la palma de mi mano la disfrutaría entera. Deambulé por los pasillos en busca de mas estantes, y encontré el pasillo central, había luces...pero...¿de dónde salía la consumición de la luz?...y las bombillas...cuantos años llevarían funcionando...me quedé extrañada, pero no le di muchas vueltas, dejé el tema pasar... miré arriba y había una segunda planta, por lo tanto el cementerio de los libros era el doble de grande que me había imaginado, el doble de grande...llegaba mas lejos que mis limites de imaginación. Me di media vuelta y busqué un libro, el primero que encontré tenía las tapas marrones rugosas, incluso tenía un olor...olía cómo...nosé...no podía describirlo. No tenía palabra alguna para ello. Comencé a leer las líneas, y por aquel estruendo se me cayó a los pies...

-Apartado: El cementerio de los libros olvidados.

...de nose dónde salio una fuerza, que me impulsó contra una estantería, con la que tenía justo a mis espaldas. El golpe me levantó varios centímetros del suelo, pero mas tarde mi cuerpo chocó contra el suelo, aplastando cada hueso que había tras mi piel. Apoyándome sobre mis puños intenté levantarme, aunque resultara casi imposible, aún así conseguí ponerme de rodillas y respiré con fuerza. Mis ojos se salían de sus orbitas, y cómo no mi cabeza estallaba debido al exceso de preguntas que nadie podía responder. Fruncí el ceño mientras jadeaba, el suceso me había cortado la respiración. Mis labios estaban cortados, me di cuenta por unas gotas que cayeron a mi mano, me limpié con la manga de la camiseta y me levanté del suelo. Miré el libro con ojos de ira, pero sin ira. ¿Qué había causado ese impacto?, posé de nuevo el libro sobre mis manos y seguí leyendo. No pasaba nada...me equivoqué, si pasaba algo, ¿el qué? no lo sé, pero algo pasaba cuándo leía unos versos. Era una sensación fría, que debía controlar con la mente, tenía que relajarme para poder notarla, y eso no era difícil en mi, me manejaba a la perfección. Entrecerré los ojos, y me concentré aún más en la lectura, dejando que me absorvieran las palabras. Sentí que no había suelo tras mis pies, que flotaba. En efecto, flotaba mis pies no estaban en el suelo, me había despistado de la lectura al ver que mis pies se transformaban en un polvo cristalino, del color del agua. Por segunda vez se me resbaló el libro de las manos, pero tuve el tiempo suficiente para cogerle. Suspiré aliviada, pero dejé la lectura. "Qué ha sido eso..." dije tartamudeando por la impresión. Coloqué el libro en el estante. Posé mi cuerpo en la estantería con la que me "habian" impulsado anteriormente, recosté la cabeza y pensé.

-¿Qué me ha impulsado contra tí?,¿de dónde ha salido ese impulso?, ¿porqué cuándo he cogido el libro he tenido esa sensación?, ¿de dónde ha salido?, ¿porqué mis piernas se han convertido en polvo cristalino?...porque porqué y porqué...- Grité al aire. Miré al libro con fiereza, intentando sonsacarle las respuestas a mis malditas preguntas. Y éste me contestó, aunque de una manera no verbal. El libro se estaba removiendo en la estantería, cómo intentando salir. Anduve avispada, no me fiaba ni un pelo del libro. Sonará raro, pero era así, estaba atenta a cada movimiento del libro, ya era extraño que se moviera, por lo tanto...¿qué mas me podía hacer?. De pronto salió disparado de la estantería, en dirección al centro de mis cejas. Le esquivé pero la reacción hizo que me tirara al suelo; por lo que me volví a hacer daño. Entrecerré los ojos y le volví a mirar, estaba indefenso, arrinconado contra la pared. Eso pensé, creí que no me podía hacer nada más. Pero me equivoqué, se levantó del suelo, flotando en el aire y se dispuso a hacerme frente. Me levanté a toda prisa y giré la esquina, el libro me rozó el pelo, lo noté al instante. Me escondí tras la esquina, y visualicé cómo volvía a estar en el suelo. Le miré y ví cómo se "sacudía" asi que no me lo pensé dos veces. Eché a correr por los pasillos a la máxima velocidad que podían ir mis piernas. Y el me seguía detrás, me frené en seco. ¿Acaso pensaba huir de un cúmulo de ojas con vida?, no. Me puse frente a él, alcé la mano y cerré los ojos, esperándo al golpe, que le pensaba resistir con todas mis fuerzas. Tardaba mucho en golpearme, y eso que venía tras de mi en persecución. Abrí un ojo, y enarqué la ceja del mismo, el libro estaba congelado en el aire y mi mano helada. Sujeté mi mano por la muñeca, acariciando el frío que brotaba de ella. Qué extraño...estaba de temperatura cómo mis heridas...gélidas...Al bajar la mano el libro calló al suelo, rompiendo el hielo que le cubría, el suelo se convirtió en una pista cristalina. Estaba asustada...quizá...no...esa no era la palabra, pero...si que me notaba rarísima, físicamente. Una brisa fría me acarició el pelo, pero no me detuve a preguntarme de dónde procedía. Cogí el libro, le limpié con dulzura y me dejé llevar tras sus páginas, ya que pretendía desvelar el misterio que contenía el leerle. Comencé a leer, trataba de una niña...eran las Navidades de una época no nombrada en ningún momento, ésta se dedicaba a coger niñas por las calles, abandonadas al parecer...la lectura me enganchó de la cintura, me atrajo a ella, y yo me dejé llevar...Se me cerraron los ojos, y aparecí en una ciudad antigüa, en un puente, viendo mi reflejo en el agua. Era un pequeño lago, adornativo, por lo cual no debía medir mas de un metro de profundidad. Estaba adornado con florituras navideñas...mi pelo era negro (le tenía castaño cobrizo), cómo el azabache y mis ojos azules grisaceos, pero mas intensos que lo que tenía en ...la vida (en la realidad eran grisaceos azulados, pero el azul no se notaba tanto como ahora, era un azul oscuro), mi piel seguía pálida, y mis ropajes eran ahora extraños...llevaba una capa roja, con bordes blancos...y unas medias negras...parecía una muñeca de colección...rapidamente desaparecí de esa historia, bruscamente, me encontré en el camino a la vida real, gracias a aquel...golpe. Caí al suelo con los ojos cerrados; con una mueca de dolor miré a Glace, el fué quién me sacó de la historia.
-¿Qué haces?
-No te metas en la historia de los libros
-¿Porqué?
-No sabes salir de ellas
-Casi me quedo atrapada...?
-Si llega a convertirse todo tu cuerpo en polvo sí - Abrí la boca formando una "O" sin darme cuenta. Casi me quedo atrapada ahí, en un libro. Suena...gracioso e increíble, desde cuándo en la vida real pasa esto...Cuándo dije esas palabras me di cuenta de que la vida ya no era tan real como aparentaba....Miré a Glace, que tenía el ceño fruncido y cara de no tener muchos amigos.
-Lo siento...
-Tienes que tener cuidado...no quiero que te pase nada...- Me arrodillé ante sus ojos y le abracé con delicadeza y cariño, se preocupaba mucho por mí, y yo sólo sabía crearle disgustos. Un débil ruido nos detuvo a ambos, provenía de la casa, alguien llamaba al timbre. Quizá era el cartero...o quizá Drake, con sólo pensar que era él se me desbocó el corazón a un ritmo acelerado e imcontrolable.
-Vamos - Le dije a Glace con una sonrisa pintada en los labios, éste me siguió, pero...¿por dónde tenía que ir?. Al huir del libro me había entrelazado por estanterías...eso quería decir que por mi parte estábamos perdidos. Miré a Glace con una mueca, y él la comprendió, agitó la cabeza y prosiguió en busca de la salida. Al parecer se conocía el cementerio a la perfección. Antes de salir por la puerta que conducía a los pasadizos miré a mis espaldas, tenía la sensación de que algo se me olvidaba...se me olvidaba descubrir el misterio de estos libros, "otro día" pensé. Una especie de sombra tenue pasó por delante de mis ojos, girando la esquina de la estantería, gracias a un acto reflejo me puse a la defensiva, pero no pasó nada...sólo era una "sombra"...pero...¿de dónde había salido?, entrecerré los ojos, agudizando cualquier pista que encontrara para poder volver a verla, ni una...ni una sola pista...Mi cuerpo sentía el miedo, el miedo y la instriga... dos sensaciones letales para que cometiera una escapada al Cementerio de los libros olvidados...

Bea_J Mar Mar 30, 2010 5:21 pm

Interesante lo del cementerio de libros :O
Yo tmbn quiero saber que es lo que pasa con esos libros xD

myhappyending Vie Abr 02, 2010 1:02 am

-¿Jane?
-Si què vamos o bueno nada nada... - Mis palabras sin sentido desconcertaron a Glace, éste enarcó una ceja extrañado, yo levanté los brazos indicandole que no pasaba absolutamente nada, le mentí, si pasaba, pero no le quería meter en algún futuro problema. Suspiró y siguió caminando, le seguí, aunque mi mirada todavía se perdía a mis espaldas. Me tropecé por una baldosa de los pasadizos, y me sacó de mi trance mirando a mis espaldas. El resto del camino lo hice cabizbaja, pensando en lo que había vivido ahí abajo. Una vez hubimos salido de el subsuelo me dirigí a la puerta, a recibir las visitas.
-¡HOLA! - Dijeron al unisono, para no variar
-Alice, Cristal - Las sonreí con dulzura. - ¿Qué os trae por aquí?
-Pues...déjame hablar a mi Cristal porfavor porfavor - Cristal la indicó que hablara ella, que no había problema alguno.
-Veníamos a darte un regalo, por habernos cuidado tan bién - Se explicó con brío y cubierta de sonrisas de felicidad, por mi parte odiaba los regalos, nunca me habían hecho ni pizca de gracia, pero...tendré que aceptarle. Suspiré, mientras Alice lo sacaba de sus espaldas.
-¡Abrelo! bueno espera, que cojo la cámara, Cristal saca la cámara, ¡YA!- Cristal resopló con alegría y sacó la cámara de su bolsillo. Cuándo estuvo a punto de hacer la foto apareció Glace.
-¡OH! ¡Mira que cosita! - Dijo Alice entre gritos
-Perdonala, la encantan los animales - Se disculpó Cristal con su inmensa dulzura, y con una sonrisa encantadora
-No pasa nada - La sonreí
-¿Es un zorro ártico? ¿De dónde le has sacado? - Me abordó con mas preguntas, pero no entendí la mitad de ellas, ya que su velocidad de habla no me daba tiempo a comprenderla.
-Pues...me le regaló mi abuela, Delia- Una vez dicho esto...

4º Capítulo: Caricias del anochecer
-Apartado: Organización.

...Cristal le indicó a Alice que debian entregarme el regalo. Alice cogió a Glace entre sus brazos y le siguió mimando, he de reconocerlo...estaba un poco celosa, pero sólo un poco. Manoseé el regalo y le zarandeé, intentando adivinar su interior, cosa que no logré. Dejé de intentar adivinarlo y nerviosamente le abrí, tiré del lazo, desabroché el papel que lo envolvía y...¡sorpresa! una bolita de cristal, ¿cómo había acertado tan bién?, me pregunté. Las bolitas de cristal me encantan, es más, las colecciono todas.

-Antes de que preguntes, Alice se fijó en la colección de bolitas de cristal de la entrada, las que están en una bolsa, y me sugirió que te regalaramos una...nosé...si te gustará...
-Me encanta...el mejor regalo...- Glace frunció el ceño, sin que Alice se diera cuenta. Las di las gracias con un inmenso abrazo, y cómo no...con una sonrisa de oreja a oreja.
-Bueno...tenemos que irnos, debemos organizar el club de jardineria antes de que empiecen las clases, si quieres pasarte vete a esta calle...- Me entregó una tarjeta, en la que ponía la dirección en letras mayúsculas, la idea me sonó un tanto extraña...¿un club de jardineria en Canadá?, nunca lo había oido...
-Ayudo..quiero decir, ayudamos a los niños, para que se tranquilicen con las plantas- Una sonrisa abarcó su rostro, dejando al descubierto su dulzura.
-Iré, lo prometo - La devolví la sonrisa, y eché otro vistazo a la tarjeta intentando situar dónde estaba, siguiendo las indicaciones del mapa que venía dibujado.

myhappyending Miér Abr 07, 2010 12:07 pm

Escribiré todos los viernes.

myhappyending Vie Abr 09, 2010 10:35 pm

-Vamos Alice, suelta al pequeño - Intentó separar a Glace de las manos de Alice, pero solamente lo intentó. Era imposible arrancarle de sus brazos. -Tenemos prisa - La regañó, con dulzura de nuevo.
-Vaaaaaaaaaaale...- Refunfuñó Alice. Dejó con tristeza a Glace en el suelo, y se despidió con la mano. Yo las devolví el gesto a ambos y cerré la puerta, lo hice despistada, ya que estaba embelesada con la bola de cristal. De pronto oi un repiqueteo al otro lado de la puerta, e instintivamente busqué por el suelo algún rastro de Glace, pero no había nada. Abrí la puerta y ahí estaba...
-Gracias por quererme tanto.
-Lo siento, no me di cuenta.
-Gracias de todas formas.
-Glace...¿qué te pasa?- Le miré entre sollozos, ya que no comprendía su caracter.
-Oh...no llores...lo siento...soy un bruto...y creeme me odio por ello...voy a dormir, estoy cansado...-Le ví deslizarse en dirección al salón, y me hice unas cuántas preguntas, pero las dejé volar. Decidí, para no aburrirme, deshacer las maletas y colocar algún que otro objeto. Cogí una de las dos maletas y la subí a mi futura habitación, que todavía no tenía decidido cual sería. Las posé en la parte superior de las escaleras y vacilé pensativa. Puerta por puerta fuí descubriendo el interior de las 4 habitaciones, hasta dejarme seducir por la última, era perfecta. Daba a la parte trasera de la casa, por lo tanto tenía el inmenso bosque, ya que se podía ver por el ventanal; su color era pálido, un amarillo a rayas rústico, a juego de los muebles. Suspiré reconfortada, y fuí en busca de mi maleta. La deshice en la habitación y comencé a colocar la ropa en el armario, no sé para que la ordenaba tanto, si dentro de unos meses estaría patas arriba...acabé rápido, ya que mi maleta no era muy voluminosa, la guardé debajo de la cama de matrimonio y bajé las escaleras, en busca de la maleta con los accesorios para el baño, los coloqué en un santiamén. Por cierto, los coloqué en la habitación, ya que tenía baño propio. Sonreí tras mi grandiosa elección, daba gusto elegir lo que yo quisiera, ya que nadie se molestaría en quitarme lo que escogería. Me abalancé sobre la cama y abrí los brazos, intentando relajarme, sólo conseguí pensar en un nuevo diseño para la habitación. Quizá compraría muebles blancos, unas sábanas...cambiaría el colchón y el color del cuarto y...lo adornaría con cuadros, ah, y también unas buenas lámparas. Me acaricié la cabeza, pensando en que el trabajo se me amontonaba poco a poco. Pronto iva a hacer una visita a la ciudad, que distaba 20 minutos del pueblo, debería buscar en internet algún mapa que me proporcionara ayuda. Fuí a buscar el portátil al primer piso, le subí hasta mi habitación y le posé en el tocador, que era precioso, poseía una banqueta, espejos que le bordeaban...parecía sacado de un cuento de princesas, ya que su color era rosáceo, "tendré que darle un cambio " pensé, odio las cursiladas procedentes de cuentos de princesas.
-Maldita sea...no hay conexión...- Musité. Cerré la tapa y le dejé posado encima de la mesa, y me puse a dar vueltas alrededor de la habitación. En poco tiempo se me encendió la bombilla, y decidí hacer una lista de todo lo que necesitaba comprar para cambiar mi rústica habitación. Rebusqué entre las maletas un trozo de papel y un bolígrafo, y dí con ellos ...y bién, necesito... dos mesitas, una cómoda, un "tocador" y un perchero blancos. Después...una alfombra blanca también...unas sábanas blancas, un nórdico, un colchón negro, unos cojines frambuesa y blancos ...y...una manta blanca para colocar al borde de la cama...un banco pequeño para el borde de la cama...unos marcos para colgar algún que otro cuadro de mi propia cosecha...un armario blanco...y pintura color frambuesa, y papel de pared a rayas blancas.

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