FUTURE NEVER DIES [Jacob/Renesmee] SPOILERS AMANECER

Aquí mi primer fic en este foro. Como podréis ver, es una historia sobre Jake y Renesmee, a los que mi imaginación ha elegido que "representen" para esta historia Steven Strait y Sophia Bush. Y el título es por una canción y además porque creo que pega bastante en una historia entre una semivampira y un licántropo, verdad? Espero que os guste

Disclaimer: todos los personajes que aparecen en este fic son producto de la imaginación de Stephenie Meyer, yo sólo los uso para escribir una historia diferente a lo que hemos leído hasta ahora en la saga.





Prólogo:

Me miré al espejo con la esperanza grabada en los ojos, y al ver que por fin tenía la apariencia de una chica de diecisiete años, una inmensa sonrisa se dibujó en mi rostro para no borrarse en el resto del día.
Bajé al piso de abajo, donde toda mi familia se encontraba. Era temprano, pero por mucho que madrugara, siempre me los encontraría a todos despiertos, era desesperante.
Esme –odiaba llamarla abuela- me estaba preparando el desayuno. A medida que había ido creciendo, me habían acostumbrado a tomar comida humana, ya sólo iba de caza una vez al mes.

-Toma cielo, me he tomado la libertad de hacerte el desayuno – dijo con su gran sonrisa mientras me tendía el plato – porque si no, llegarás tarde como siempre.

Me acerqué a ella y mientras cogía el plato, le di un beso en la mejilla.

-Gracias, pero sabes que Jake no tiene ningún problema en esperar.


Sentí unos pasos lentos y firmes detrás de mí entrando en la cocina. Estaba claro, era Edward (a mi único familiar al que me refería por su parentesco conmigo era al abuelo Charlie, a los demás me resultaba más cómodo llamarlos por sus nombres, ya que eran demasiado jóvenes y además, había heredado ese hábito de mis padres).
Traté de pensar en las cosas que iba a hacer en la fiesta de La Push, las excusas que les iba a contar a los humanos y, sobretodo, que no habría ningún flirteo con Jake.

-Así me gusta, que seas una buena chica – sonrió.

Como estaba comiendo y no tenía tiempo para pararme a hablar lo más cómodo fue pensar <<siempre lo soy>> mientras le miraba con ojos de angelito. A lo que este volvió a sonreír, pero con una chispa de desconfianza en la mirada. Él podría leerme el pensamiento (aunque yo había aprendido a controlar lo que pensaba en su presencia), pero yo podía leerle el rostro.

Subí a mi habitación y me probé un vestido de playa mientras me miraba al espejo y me sumía en los pensamientos de la fiesta de esa noche y, sobretodo, en Jacob. Miré mi cara reflejada en el espejo, ya quedaba menos para esa inmortalidad tan deseada. Quería estar con Jake, pero mi familia me había prohibido cualquier acercamiento con él hasta que fuera lo suficientemente mayor para que mi crecimiento parase.
No sabía exactamente lo que él sentía, en qué etapa de su imprimación estaba. Quería pensar que sentía algo más, pero él me daba a entender que aún seguía en la fase de “mejor amigo”.

Oí como unos neumáticos se acercaban a la casa, así que, con una sonrisa de oreja a oreja, guardé el vestido en mi bolsa y bajé las escaleras corriendo a una velocidad sobrehumana, al menos no tenía que esperar a mi inmortalidad para poseer ese don.

Túúúúú, no había tenido tiempo de pasarme por aquí antes xDDd pero ya te dije que me gustó el principio, y como hagas el resto de capitulos tan cortos te cuelgo de un árbol ( ? )

Te quiero

Gracias Albus. Para que no te quejes te dejo dos capítulos.

Capítulo 1: Jacob

Cuando paré el coche, ella ya estaba delante de la puerta de la gran casa, mirándome con una ancha sonrisa. La notaba distinta… sí, había crecido. No lograba acostumbrarme a verla con un aspecto durante meses y que de la noche a la mañana se produjera el crecimiento de un año.
Pero hice, lo que hacía siempre, concentrarme en sus ojos. Fijar mi mirada en esos ojos de un color marrón chocolate y con un brillo especial, esos ojos que eran la única parte del cuerpo de Ness que no cambiaba y la única parte que no quería que lo hiciera.
Antes de que pudiera darme cuenta estaba en el coche, saludándome con un abrazo. Sentí su tacto, demasiado frío para ser el de una humana y demasiado cálido para ser el de un vampiro. Y no pude evitar que su fragancia me relajase, ese olor tan dulce resultado del aroma humano y el empalagoso olor de los vampiros. Sus ojos, su tacto, su aroma… no quería que eso acabara nunca.

-¿Nos vamos? – me dijo con su angelical voz.

- Claro, tenemos demasiado que hacer.


Ness se venía a pasar el fin de semana con nosotros y quería aprovecharlo al máximo. Los Cullen se lo habían permitido como una excepción, ya que era la boda de Sam y Emily.
Cuando la manada volvió a unirse, las cosas volvieron a su cauce e incluso se quitó el límite para la entrada de los vampiros de nuestras tierras, aunque eso sólo servía para Bella, que nos hacía visitas sistemáticamente y traía consigo a la pequeña Nessie. Fue entonces, cuando todos los lobos cayeron rendidos a los encantos de la niña, incluso los que la habían odiado con todas sus fuerzas, como Sam y Leah. Pero si hubo alguien que le había cogido especial cariño, ésa era Emily y por eso era necesario que Ness estuviera presente en un día tan importante para ella.

- Estoy deseando ver a Emily, es un gesto muy bonito que ella y Sam vayan a celebrar sus despedidas de solteros juntos.

- Ya los conoces, no les gusta pasar ni una noche separados – la miro a los ojos mientras conduzco.
- ¿Es por la imprimación? ¿Es eso lo que produce? – no sabía cómo no se cansaba de preguntarme siempre por los efectos de la imprimación.

- La imprimación hace que la otra persona se convierta en el centro de tu propia vida, el más insignificante de sus problemas es mil veces más grave que el peor de los tuyos. Simplemente dependes de su bienestar para obtener el tuyo, es la razón de tu existencia.

- Suena injusto – repentinamente se había puesto muy seria.

- Puede. Pero en el caso de Sam y Emily, creo que no todo se debe a la imprimación. Hay cosas que la imprimación no consigue. Lo suyo es amor del de verdad. Que, ¿nació a partir de una imprimación? Eso no lo puedo negar. Pero a parte de eso se ha desarrollado algo más sólido. La imprimación es un problema en tu cabeza, pero lo suyo es de corazón.


Asintió y se puso a mirar por la ventanilla pensativa. Me dio la sensación de que algo de lo que había dicho había herido sus sentimientos y eso era lo último que deseaba. No quería molestarla más, así que el resto del camino hasta la reserva se produjo en silencio.






Capítulo 2: Renesmee

Pasando una amplia carretera bastante mal asfaltada y bordeada por los árboles más verdes que jamás he visto, llegamos a la familiar casa de los Black.
Jacob aparcó el coche en el césped y yo me bajé corriendo a abrazar al sonriente Billy Black, que nos esperaba en el porche de la casa. Mientras Billy me saludaba con uno de sus típicos “pequeña, hacía demasiado que no te veía. A ver cuando vuelves y te traes a tu madre y a tu abuelo contigo”; Jake me cogió del brazo y tiró de mí hacia el interior de la casa diciéndole a su padre que ya tendría tiempo para hablar conmigo. Una conversación típica en La Push, no pude evitar sonreír, estaba en casa.





-Jake, puedo dormir en el sofá, no quiero ser una molestia.

Esta era la primera vez que pasaba la noche en la casa y Jacob había decidido dejarme dormir en su cama.

-Eso ni hablar. Eres mi invitada. Además, sabes que jamás te dejaría estar en peores condiciones que yo.

-¿Peores condiciones? Es una noche y un sofá. Ni que fuera a dormir a la intemperie.

-Mira que eres cabezota – susurró meneando la cabeza y sonriendo, después prosiguió con una falsa seriedad – ¿sabes qué? que esta es mi casa y harás lo que yo te digo. Por lo tanto, dormirás en mi lujosa cama.

-Si el señor lo ordena… – dije mientras hacía una reverencia.

- ¿Qué quieres hacer? – aún seguía sonriendo y eso me encantaba.

-Creo que ya lo sabes.


Cuando era más pequeña, mi madre siempre me traía a ver a los Black y al resto de los lobos. Todos querían mucho a Bella y les gustaba tenerla en La Push, supongo que a pesar del olor, podían llegar a imaginarse que todavía seguía siendo humana.
Algo que hacíamos todos los días era ir al garaje a ver cómo Jacob arreglaba coches, motos y demás cacharros. Jake me enseñaba mecánica y me dejaba apretar tuercas y hacer tareas poco peligrosas. Supongo, que esos momentos eran los únicos hasta en los que mi madre se olvidaba de su actual situación vampírica.
Ahora ella seguía viniendo, pero sus visitas eran menos frecuentes que las mías. Aún así, yo seguía yendo a ese garaje cada vez que estaba en La Push. Sabía que la relación entre Bella y Jacob había surgido ahí, y en cierto modo yo me había acoplado a ese “círculo íntimo”. Cada uno era diferente, pero tenía la sensación de que al entrar en ese “santuario” todos nos simplificábamos y no importaba si éramos vampiros, licántropos, metamorfos o semihumanos… éramos almas que disfrutábamos de nuestra mutua compañía. Todo estaba seguro allí dentro.


Me tendió la mano y con una amplia sonrisa me dijo:

-Vayamos pues a arreglar trastos.

Ains, tia... que malita estoy... ay que me estan secuestrando (esto no viene a cuento, pero bueno xD)

Bueno tu, los dos capitulos molan, y como no escribas mas de seguido te mataré. Despues de la amenaza ya... xDD quiero que llegue la noche a ver que hacen esos dos... y por que Jacob duerme en el sofá? Que duerma en la cama junto con Ness

Jaja lamento chafarte tus "especulaciones" sobre lo que va a pasar esta noche, pero bueno, aquí te dejo el siguiente capítulo:

Capítulo 3: Renesmee


-¡Ya son las siete! ¿Venís a cenar o pensáis quedaros aquí todo el fin de semana?

Jake se había puesto a montar unos motores y, tras una pausa para comer con Billy, volvimos para que él terminara el trabajo. Después, él decidió seguir con sus habituales clases de mecánica, yo decidí demostrarle que ya lo hacía mejor que él… y así pasaron las horas. Sin darnos cuenta habíamos acabado con la cara y las manos llenas de aceite para motor, sentados en el suelo del “santuario” hablando de cosas sin sentido… hasta que Billy entró para llamarnos a la mesa.


Tras cenar y prepararnos para la fiesta, por fin llegamos a la playa a las nueve y media. Las vistas eran preciosas, el cielo estaba totalmente estrellado y la luz de la gran fogata encendida en el medio de la playa iluminaba las caras de todos los presentes. Jacob se fue a saludar a los chicos y yo me dirigí a donde estaban Emily y Leah, quienes habían retomado su relación y se llevaban mejor que nunca. Las abracé con una amplia sonrisa.

- Por fin habéis llegado ¿qué os ha pasado? – preguntó Emily.

- Lo de siempre, nos entretuvimos en el taller.

- ¿Otra vez en el taller? Vamos Ness, ni los chicos aguantan los rollos de Jake tanto como tú… ¡y lo peor es que te gusta!

-Lo sé Leah, pero no puedo evitarlo, me encanta ese sitio.

Entonces la vista se me fue sola hacia el lugar donde estaba Jake. Y me quedé mirándole, fijando mi atención en él, en cada detalle que lo hacía tan sumamente perfecto: su blanca sonrisa, su piel dorada, sus brillantes ojos negros…

-¡RENESMEE!

De repente me di cuenta de que había estado fijándome demasiado tiempo en Jacob. Había quedado tan sumida en mis pensamientos que las chicas habían tenido que gritarme para atraer mi atención de nuevo. Sin poder evitarlo mis mejillas enrojecieron.

- Nuestra pequeña se ha hecho mayor – dijo Emily con una mueca de falso dolor.

-Tranquila, pronto dejaré de hacerlo.

-¿Qué pasa? ¿Es que Ness se ha hecho bruja y yo no lo sabía? – una voz masculina sonó tras nosotras. Era Seth. Pero… ¿por qué preguntaba algo tan obvio?


- ¿Qué…?- “¿qué dices Seth?” es lo que hubiera querido decir.

No pude terminar la pregunta, ya que al darme la vuelta descubrí lo que quería saber. Seth no estaba solo. Un adolescente de la misma edad que él estaba a su lado y no era ninguno de los chicos de la manada.

-Éste es mi amigo Mick – dijo Seth haciéndome una mueca para que disimulara.

El primer humano de la noche que no se imaginaba en absoluto de qué clase de gente estaba rodeado. Comenzaba el show.

Capítulo 4: Renesmee


Mick era un chico alto, de melena rubia, ojos marrones y piel bronceada. Parecía el típico chico por el que las chicas del instituto se morían. Me extrañó que fuera amigo de Seth, ya que no vivía en La Push, sino en Forks, cerca del instituto al que habían ido mis padres.

- Un día vine a hacer surf a esta playa ya que casi nunca hay gente y es un lugar perfecto para relajarte. Cuando ya salía me di cuenta de que no estaba solo en la playa, Seth estaba sentado en una roca contemplando el mar. – Contestaba Mick a mi pregunta – Desde entonces nos hemos encontrado varias veces en la playa e incluso él se ha animado a surfear conmigo.

-Ah, así que tú eres el responsable de que Seth siempre me hable de surf – Seth nos hablaba continuamente de su nueva pasión.

-El mismo. Y tú ¿cómo has llegado aquí? Quiero decir, no pareces una quileute.

-No lo soy. Simplemente estoy con unos viejos amigos de la familia.


Mick debió darse cuenta de que no quería hablar de mí, así que no me hizo más preguntas sobre mi vida. Aún así estuvimos hablando muchísimo tiempo. Era un chico agradable, lamentablemente era muy difícil que pudiéramos ser amigos. Con lo complicada que era mi vida, habría demasiadas cosas difíciles de explicar cuando surgieran las preguntas.
Entonces, para recordármelo aún más, unas manos cálidas se aferraron a mi cintura y sentí como una voz me decía:

-¿Vienes a bailar?

Sonreí lo más ampliamente que pude.

-¡Claro! Mick, si me disculpas… tal vez podamos seguir hablando más tarde.

-Por supuesto – su rostro reflejaba un poco de decepción, me dejó algo aturdida.

Entonces Jake me cogió de la muñeca y tiró de mí hasta ponerme cerca del fuego, haciendo que me olvidara de Mick, sus palabras y su rostro de decepción. Ahora sólo me importaba Jacob.

-Llevaba esperando que me sacaras a bailar toda la noche.

-Pues no lo has demostrado, no te he visto en toda la fiesta – tenía esa sonrisa irónica que tanto odiaba, esa que ponía cuando estaba disgustado y no quería demostrarlo.

-¿A qué te refieres?

-No deberías hablar tanto con los humanos, podrían descubrirte.

-Vamos Jake, es un amigo de Seth y sólo hablábamos de cosas sin importancia.

-Las reglas son las reglas, ya lo sabes – se había puesto serio, pero seguía hablando con voz pausada y tranquila -, yo no las he hecho, simplemente las sigo. Además tu familia me ha ordenado que no te pusiera en una situación en la que pudieras contar algo.

-Vamos, ¿acaso creéis que soy tan tonta que no sé guardar un secreto que nos pone en peligro a todos?

-Eres nueva en esto de disimular ante los humanos y…

-Y ¿qué? Yo nací con este problema, ¿de acuerdo? Nadie me preguntó si lo quería o no, no pude decidir. Simplemente nací con ello – estaba gritando y no podía evitarlo, afortunadamente la música y nuestra situación hacía imposible que la gente supiera el tema de nuestra conversación –, y creo que lo he sobrellevado bien todo este tiempo.

-Ninguno de nosotros decidió – seguía calmado ¿por qué no gritaba?

-Pero podéis o pudisteis evitarlo. Además ¿qué te importa a ti que descubra el secreto de los Cullen? Ello no os involucra a vosotros.

-Si aún sigues preguntándote eso, es que no te has dado cuenta de nada Ness.

-Ah cierto, es la estúpida imprimación que me convierte en… ¿Cómo era? Sí, ¡el centro de tus problemas!

-Nessie, no…


Ya no le escuchaba, simplemente corría y lo peor es que tenía que correr a una velocidad humana, era desesperante. No pude evitar que las lágrimas inundaran mi rostro.

¿Perdón? ¿¿¿Y donde está el mambo???
Breeeeen T.T Me has decepcionado *se pone a llorar*
Ummmm, Mick Mola xDDD es como Mike tiaaa que chachi, Mike era el mejor, lo adoraba (y lo sigo haciendo, que leches xDD)
Bueno, tu. Quiero más, y como Jake no corra detrás de Ness, le arranco los ojos

Lo siento, probablemente haya mambo en un futuro pero por el momento dejémoslo en tema amor platónico jaja. Pongo el capítulo cinco y a lo mejor más tarde ya cuelgo el seis, quién sabe x)



Capítulo 5: Jacob

Llegué a casa a la una de la tarde.
Ya entrada la madrugada había pasado por allí y al entrar, había visto a Ness tumbada en el sofá, no pude evitar sonreír, era tan cabezota… Pero mi sonrisa se había tornado en un gesto de dolor al verla profundamente dormida con todo el maquillaje corrido por la cara, se me encogió el corazón al adivinar que probablemente se habría dormido llorando. Todo eso había sido causado por mí.
Así que, tras cogerla en brazos y meterla en mi cama, entré en fase y me adentré en los bosques. Corrí cuanto pude, sin rumbo fijo, simplemente tratando de evitar el daño que había causado a mi pequeña. Y así estuve hasta la una de la tarde del día siguiente.
Cuando entré en casa, Ness recogía la mesa mientras mi padre fregaba los platos. Ella me miró a los ojos durante una milésima de segundo, pero rápidamente fijó su mirada en la tarea, evitando que sus ojos volviesen a cruzarse con los míos.

-Aquí estás – mi padre rompió el angustioso y corto silencio, luego se dirigió a Nessie – cielo, ¿podrías dejarnos solos un momento? Ya terminará Jacob de recoger eso.

Sin hacer ni un solo ruido, ella asintió y desapareció en el cuarto de baño. Al poco tiempo oímos el agua correr.

- ¿Se puede saber por qué no has venido con Nessie? La niña ha venido corriendo hasta aquí, ¡sola! ¿Es así cómo espera Bella que cuides de su hija?

-Sabes que no hay nadie que esté más dolido por esto que yo mismo.

-Pero ¿qué ha pasado? Se supone que la de ayer iba a ser una noche perfecta para los dos.

-Estuvo hablando con un chico de Forks, yo le advertí que no lo hiciera y terminamos discutiendo.

El rostro de mi padre mostraba una inmensa incredulidad, era como si esa conducta fuera extraña en mí.

-Vamos Jacob, tú eres el más incauto de toda la manada. Además, era su primera noche fuera, es lógico que la niña quisiera relacionarse…

-¡Tú no viste cómo la miraba él! – Por primera vez en todo el fin de semana, estaba gritando - Como si quisiera conquistarla, como si ella pudiera caer rendida a sus encantos y contarlo todo. Como si pudiera llegar a hacerle daño.

-Hijo, sé que tu situación es muy difícil y que las cosas se pondrán peor con el paso del tiempo. Pero tienes que mantenerte fuerte. No puedes ponerte así por cualquier situación que pueda provocar un mínimo peligro. Sé que quieres mantenerla a salvo, pero tu sobreprotección sólo os hará daño.


Oímos como se abría una puerta y se cerraba otra, probablemente Nessie había terminado en el cuarto de baño.

-Me voy a duchar, hablaré con ella en la boda.



Tras una hora de hacer varios preparativos, mi padre avisó a Ness, quien no había salido de la habitación, de que nos íbamos. Entonces, la puerta se abrió y de ella salió, no la niña de la que yo creía estar imprimado, sino una mujer bellísima. Llevaba un traje rojo y el pelo recogido hacia un lado. Habría estado perfecta con una sonrisa, esa que tanto me encantaba, dibujada en la cara; pero en cambio su rostro estaba apagado, reflejando tan solo pena. Quería correr, abrazarla y disculparme todas las veces que fuera necesario, pero por alguna estúpida razón, no lo hice.

Tuuu, qe se perdone YA o le arranco los ojos. Quiero un man asi jajaja

Quisiera volver a amarte volver a quererte volver a tenerte cerca de mi... (sigue la frase jajajaj)

(continuo la frase) EHHH x)
Hala te dejo capi nuevo, para que no te quejes eh x)

Capítulo 6: Jacob

En el coche de camino a la boda era el silencio quien reinaba, tan solo roto por alguna frase que mi padre soltaba para que la situación fuera menos incómoda.
Al llegar a la casa de Emily y Sam, en cuyo jardín se celebraba la boda, los tres fingimos una sonrisa y nos pusimos a ayudar con los preparativos.
La ceremonia fue preciosa, Ness y Leah eran las damas de honor, ambas vestidas iguales. Como sus acompañantes, Jason (novio de Leah y última incorporación de la manada) y yo, nos encontrábamos al otro lado del altar.
Aunque la boda era por el rito quileute, Emily había querido que se diferenciara de lo habitual y mezclara la cultura quileute con las típicas bodas que acostumbramos a ver en nuestro país, aunque en realidad, ambos ritos tampoco se diferenciaban demasiado.
Tras algunas lágrimas derramadas por los presentes y numerosos aplausos, la ceremonia terminó y dio paso al gran banquete de la cena, que tuvo lugar en una carpa montada en la playa en donde la noche anterior había tenido lugar la fiesta de despedida.

En nuestra mesa, la más cercana a la de Sam y Emily, estábamos sentados todos los lobos de la manada junto con Nessie, que se sentaba a mi lado.
No pude evitar mirarla en todo el día, con su fingida sonrisa y su mirada triste; como tampoco pude quitarme la sensación de culpa. Así que cuando el vals comenzó, aproveché la oportunidad de acercarme a ella y sacarla a bailar, esperando con todo mi corazón, que la escena no terminara como la de la noche anterior, sino de forma completamente opuesta.

Apoyaba su cabeza sobre mi pecho y yo la apretaba contra mí, pero ninguno de los dos hablaba. El silencio me comía por dentro, pero tenerla tan cerca… De repente me fijé en que estaba tensa, rígida, como si no quisiera estar allí, no conmigo. Y me guardé para mí las estúpidas razones para callarme y hablé, dije todo lo que había dentro de mí, o al menos lo intenté.

-Cielos Ness, no sabes cuanto lamento lo de ayer. Este iba a ser el mejor fin de semana de mi vida y ha terminado siendo el peor. No soporto verte así, y saber que yo he causado ese dolor me está matando…

-Jacob tú no has hecho nada. – era la primera vez que me hablaba desde la fiesta, su voz sonaba débil pero su mirada, dirigida a directamente a mis ojos, era valiente – Ven, podemos hablar en otro lugar, aquí hay demasiada gente.


Nos dirigimos a una parte alejada de la multitud.


-¿Cómo que no he hecho nada? Te he arruinado el fin de semana, te he hecho daño y he sido el causante de tus lágrimas.

-Tú no has hecho nada. – Repitió – Soy yo la que lo he arruinado todo, como siempre lo he hecho.

No comprendía lo que quería decir, así que me quedé callado esperando una explicación.

- Tú intentabas protegerme, como siempre haces, pero me has recordado lo que soy, un error.

-Nessie…

- He venido a este mundo para arruinarle la vida todo el que quiero – me interrumpió –. Mi madre quería ser humana unos años más, quería ir a la universidad y aprovechar la vida pudiendo comer, dormir y viendo el tiempo pasar, quería ser una persona normal… pero nací yo, estuve a punto de matarla y tuvo que convertirse, la hice traicionar a su vida para ser madre y vampiro a los diecinueve años. Y mi padre… tuve que hacerle renunciar a sus ideales y hacer pasar al amor de su vida por lo que él consideraba el peor de los castigos.


Las lágrimas brotaban de sus ojos inundando su perfecto rostro. Me estaba rompiendo el corazón con aquellas palabras ¿por qué no había sabido ver lo que ella sentía? ¿Por qué no lo había visto antes de que todo esto pasara?


-Pero tú eres lo más importante para ellos.

-Y a ti – volvió a interrumpirme – Oh, tú eres al que más daño he causado. Podías haber conocido a una chica increíble con la que mantener una relación normal, probablemente con el tiempo hubieras dejado de entrar en fase de manera permanente y envejecerías, formarías una familia y vivirías una vida plena. Pero nací yo, y desde el primer momento en que te vi, arruiné tu vida.
Ahora estás imprimado con una estúpida niña, hija de tus enemigos naturales y que sólo te pone el peligro.


Sequé sus lágrimas, sujeté su cabeza entre mis manos y la miré fijamente a los ojos.


-Tú no eres una niña estúpida, eres el ser más especial que haya existido jamás. Nunca más vuelvas a decir que me has arruinado la vida.
Nuestras leyendas hablan de que todos nacemos con un cometido, una función que cumplir. Ahora estoy más seguro que nunca de que la mía es cuidar de ti y puedes tener claro que, te guste o no, la cumpliré el resto de mi vida, dure lo que dure ésta.

AAAAAAAAA *se muere* Ahora so,lo tienes que resucitarme con mas historia

Supongo que eso significa que te gustó el capítulo x) GRACIAS POR LEERME ALBUS

Capítulo 7: Renesmee

-…Ahora estoy más seguro que nunca de que la mía es cuidar de ti y puedes tener claro que, te guste o no, la cumpliré el resto de mi vida, dure lo que dure ésta.

Las lágrimas seguían resbalando por mis mejillas sin que yo pudiera hacer nada para pararlas, pero ya no eran de rabia, eran de felicidad por haberme quitado ese peso de encima. Había pasado los dos peores días de mi vida enfadada con Jacob, era la primera vez que discutíamos y no quería, no podía, estar separada nunca más de él. En realidad, Jacob era la chispa de vida que me faltaba, lo necesitaba para ser yo misma, no podía imaginar lo que sería de mí si él no estuviera para acompañarme en cada paso importante que daba. Y ahora, por fin sabía lo que yo realmente sentía y en ese momento supe que no habría nadie mejor a quien pudiera haberle contado mis sentimientos.

No sabía cómo reaccionar, me quedé mirándole fijamente a los ojos mientras la culpa me comía por dentro. Estaba eufórica porque nuestro “enfrentamiento” hubiera terminado y porque supiera todo lo que estaba sintiendo… Pero no podía evitar seguir pensando que le estaba estropeando la vida. Era cierto que él había dicho que me quería y que cuidaría de mí siempre, pero, aunque me doliera, sabía que esas palabras eran causadas por algo falso, un hechizo.

Entonces mi amor hacia Jacob ganó a la culpa, mi corazón venció a mi cabeza otra vez. Me hubiera gustado besarle, apretar mis labios contra los suyos con fuerza, dejarme arrastrar por mis más profundos sentimientos y darle el beso más cálido que jamás le hubieran dado. Pero no podía hacerlo, no podía poner a Jacob en esa situación, sabía que él no quería eso por el momento y no pensaba arriesgarme a perderle otra vez en caso de que él me rechazara. Así que hice algo aún más especial que un beso, algo que sólo hacía ya en ocasiones muy importantes, cuando no encontraba palabras para describir mis sentimientos. Utilicé mi don. Sintiéndome aún más egoísta que antes, me lancé a él, lo rodeé con mis brazos y ambos nos fundimos en un abrazo. Aprovechando esta situación pensé en lo que Jacob significaba para mí, dejé que las imágenes de los momentos más importantes que había vivido con él salieran directamente del fondo de mi alma para atravesarme como un rayo e introducirse en él. Le hice ver lo que sentí cuando le vi por primera vez, mirándome con la dulce mirada de quien ve un milagro; cuando me enseñó a cazar, le mostré lo que sentía cada vez que iba a su garaje, lo mal que lo había pasado ese fin de semana estando distanciados, lo que sentía cuando bailaba con él, cuando me miraba… Estaba muy avergonzada, era algo realmente íntimo, pero ya me había sincerado con él hacía unos instantes, así que decidí llegar hasta el final.

-Yo también te quiero – se limitó a susurrar.

OMG! El don de la tia esa sirve para algo... yo tbn lo quiero O.o xD

Yo también lo querría si con eso consiguiera que Jacob me dijese que me quiere jaja

Capi nuevo con un poco menos de carga sentimental que los anteriores jaja

Capítulo 8: Renesmee

La boda transcurrió demasiado rápido, como todas las cosas buenas en la vida. Pero la habíamos aprovechado, habíamos bailado, cantado y reído como hacía mucho tiempo que no lo hacíamos. Me había quitado un gran peso de encima, además, las palabras de Jacob me habían reconfortado y mi “odio” hacia mí misma había disminuido, así que eso me había permitido disfrutar de la boda olvidándome de todo.
Ya no quedaba nadie, sólo los novios, los chicos y yo. Nos encontrábamos sentados en la arena de la playa charlando tranquilamente entre risas. Yo miraba a Emily y la veía tan feliz con su vestido, sin despegar la vista de Sam… me encantaba verla así y en cierto modo, la envidiaba.
Entonces, contestando a uno de los chicos que había hecho un chiste que yo no había oído, Seth se levantó, abrió su camisa y comenzó a correr hacia el agua, no paró hasta que el agua le cubría tanto que tuvo que empezar a nadar.

-¡Bien hecho hermanito! – Gritó Leah – Demuéstrales quiénes somos los Clearwater.

-Los Clearwater eh – rió Jason – pues ayúdale tú a demostrárnoslo.

Entonces la cogió en brazos y comenzó a adentrarse en el agua, cuando ésta le llegaba por la cintura, soltó a Leah, que comenzó a gritar y a salpicar a su novio. Todos nos reímos y gritamos. Luego, el resto de chicos comenzó a correr hacia la orilla al grito de “tonto el último”.

-Sois como críos – bufé sarcásticamente.

Acto seguido, me levanté de un salto y comencé a correr. Ellos corrían a una velocidad de vértigo en forma lupina, pero en su forma humana, mi velocidad de vampiro podía con ellos. Ya en el agua comencé a bucear, y al sacar mi cabeza los vi chapoteando hacia mí. Entonces, miré a Leah, que estaba abrazada a Jason, y me fijé que su cara estaba negra debido al maquillaje, le señalé la cara para avisarla y justo en ese momento ella hizo lo mismo señalándome a mí. Ambas caímos en la cuenta de que nuestro maquillaje no era a prueba de agua y comenzamos a reírnos a carcajadas.

-¡Estáis locos! – gritaban Emily y Sam desde la arena. Ellos no podían permitirse arruinarse los peinados y los costosos trajes.



Después del baño, todos nos despedimos y cada uno se fue en su coche. Jake y yo íbamos en el suyo.

-Estás empapada – reía él.

- ¿Te has visto a ti?

-Y lo peor es que has estropeado ese vestido, con lo bonita que estabas en él.

-No te preocupes, tengo varios vestidos más en tu casa. Ya sabes como es Alice, cinco vestidos para cada ocasión.

-Algún día tendréis que comprar una casa más grande para meter toda la ropa.

Los dos nos reímos mientras cruzábamos miradas a través del espejo. Sin darnos cuenta, habíamos llegado a la casa de los Black. Intentamos no hacer ruido al entrar para no despertar a Billy, pero él estaba despierto cuando entramos.

-¿Pero que os ha pasado?

-Consecuencias de demostrar la hombría Clearwater – dije riendo.

-Veo que aunque estéis hechos un desastre, estáis bastante contentos. Me alegra veros así, chicos.

Ambos nos miramos y sonreímos. Recogí mis cosas de la habitación de Jake, dejé el empapado vestido en su jardín para que secara y me puse otro de los vestidos que llevaba en mi maleta, ya que Alice no me había dejado traer más “ropa normal” que la que llevaba puesta el primer día, la cual ahora estaba llena de grasa de motor.

-¡Wow! – exclamaron padre e hijo cuando salí de la habitación.

-¿Estás segura de que ese vestido no lo llevó Angelina Jolie en la última gala de los Oscars? – preguntó Jacob en tono burlón.

-Calla y llévame a casa antes de que un aquelarre de vampiros furiosos venga a buscarme aquí.


Me despedí de Billy y me subí en el coche de Jacob, esperando que éste me llevara a casa después de haber pasado el que, a fin de cuentas, había sido el mejor fin de semana de mi vida.

Oh my God! cada dia te mejoras mas brenda ^^ jejejee sigue escribiendo mucho ee xD

Aii que mi Beo está en el foro y yo sin enterarmee! Muchas gracias por el post, tienes que subir tú aquí tu fic, que me dijo Alba que puedes subir fics de lo que quieras, no tienen que ser de Crepúsculo

Brendaaa oh dios me encanta lo que escribes, ya te dije tu vas pa escritora, retocadora fotografica (es retocadora no o.o)
bueno para algo de eso que se te da toodo biien ^^ aah y una cosa

ESCRIBEEEEEEEEEEEEE!!!

Si es que ya lo dice La Rusa... jajaja y lo que la Rusa diga... va a misa!

Sí, pues espero que no sea verdad lo de que lo que él dice va a misa, porque últimamente no hace más que llamarme asquerosa y payasa ¬¬
Muchíiiisimas gracias por los comentarios, sin ellos a saber dónde estaba este fic ahora.

EDITO: capítulo nuevo. Esta vez contado por Jacobo Negro (qué venadas nos dan jaja)



Capítulo 9: Jacob

-Veo que ha habido reconciliación – dijo mi padre con una sonrisa cuando Ness se fue a recoger sus cosas.

-Ves bien – dije sonriendo.

-Así me gusta hijo.

-Voy a tomar el aire, supongo que Ness tardará en prepararse – sonreí volviendo a recordar su aspecto empapada tras el baño en la playa – pero estaré aquí para cuando ella termine.


Todavía tenía cosas que hacer. Ness era la chica de mi vida, pero había otras dos, mis dos mejores amigas. Y una de ellas me necesitaba ahora.
Mi relación con Leah siempre había sido muy extraña, siempre estábamos discutiendo, pero al final nos entendíamos a la perfección… y aunque no lo hiciéramos, al menos lo intentábamos. Hoy había sido la boda de quien fuera su primer amor, y no hay nadie que comprendiera mejor que yo lo que es ver al amor de tu vida casándose con otro.
Me adentré en el bosque, Leah iba allí todas las noches, lo sabía porque yo la acompañaba en algunas ocasiones. Entré en fase, me sentí liberado. No mucho después de haberme adentrado en la espesa masa de árboles, la encontré.

“¿Qué tal todo?” pregunté para romper el hielo.

“Hoy ha sido un buen día.”

“Sí” no tenía tiempo, así que fui al grano “Leah… ¿de verdad ha sido un buen día para ti? Ya sabes, era la boda de Sam y Emily”.

“Jacob, tenemos que avanzar en la vida. En este tiempo me he dado cuenta de muchas cosas. Yo tuve algo muy bonito con Sam y eso jamás lo olvidaré, pero no podía seguir de esa manera”.

“Ya sabes lo que dicen, cuando se cierra una puerta se abre otra. “

Ella asintió.

“Tu puerta ha sido la pequeña Nessie y la mía Jason. Parece paradójico, pero me alegro realmente de que lo mío con Sam no pudiera ser. Jason me complementa perfectamente, me hace ser mejor persona, sonreír más… supongo que eso es el amor ¿verdad?”

“Supongo” Mi misión ya estaba cumplida, me había asegurado de que Leah se encontraba bien “Si no te importa, voy a llevar a mi puerta a casa”.

“Adiós Jake” “Gracias”.
“Hasta luego Leah”


Cuando llegué a casa, Renesmee todavía no había terminado de prepararse. La esperé unos minutos charlando con mi padre hasta que oímos la puerta abrirse y, de repente, vimos a Nessie en un vestido igual de bonito que el anterior. Bromeamos un rato y, tras habernos despedido de mi padre, nos dirigimos a casa de los Cullen.


-Hoy ha sido un día increíble – dijo – Gracias Jake.

-¿Tienes sueño? – Pregunté al ver que bostezaba – Es realmente tarde, amanecerá en pocas horas.

-Tranquilo, no hay nadie en mi casa que pueda despertarse cuando llegue – sonrió.


Enseguida llegamos a la mansión de los Cullen. Aparqué el coche y Ness se tiró a mis brazos, rodeándome tiernamente con los suyos. Yo le devolví el abrazo.

-Te quiero pequeña.

-Yo sí que te quiero, lobo estúpido – rió mientras bajaba del coche.


Antes de lo que me hubiera gustado, la vi desaparecer tras la puerta de la gran casa.

quiero mas quiero mas!... en fin... xDxD como todos los capitulos me encanta!^^

Dos capítulos la misma noche, para que os quejéis.


Capítulo 10: Renesmee

Crucé la puerta de casa con una sonrisa de oreja a oreja y, nada más que ésta se cerró tras de mí, tres vampiros interesados aparecieron como de la nada. Edward, Bella y Esme.

-¿Cómo ha ido todo, hija?

Mi padre me miraba concentrado, tratando de leer hasta el último hueco de mi mente. Traté de pensar en cosas que a él no le importasen demasiado: lo bonita que estaba Emily, los bailes de los chicos, la ceremonia… Sonrió complacido.
Mi madre y Esme me abrazaron, diciéndome lo eterno que se les había hecho ese fin de semana sin mí. Les dediqué una ancha sonrisa y subí por las escaleras hasta mi cuarto, estaba agotada.
Una vez allí, me quité los altos tacones y me dejé caer sobre la cama. Y así, sin cambiarme ni siquiera de ropa, me quedé profundamente dormida.

Poco tiempo después de haberme quedado dormida, algo interrumpió mis sueños. Mi corazón latía demasiado deprisa, probablemente debido a lo que había soñado, lo cual que en ese momento no lograba recordar. Entonces empecé a sentir un leve pinchazo. Cada vez había menos intervalo de tiempo entre cada latido y el pinchazo se estaba convirtiendo en quemazón. Esa quemazón alcanzó todo mi corazón para terminar abrasando cada milímetro de éste. Estaba claro que eso no podía deberse a un sueño, algo me estaba pasando, pero el dolor no me permitía pensar. Apenas podía respirar, tomaba grandes bocanadas de aire pero no me llegaba a los pulmones, me estaba ahogando. Y mientras tanto mi corazón seguía ardiendo. Las lágrimas de dolor resbalaban por mis mejillas sin causar ningún tipo de alivio. Quería correr, avisar a mi familia, a Jake, que me dijeran qué me estaba pasando y me quitaran ese horrible dolor; pero no podía moverme, el dolor me tenía paralizada. Entonces sentí como mi corazón se hinchaba lentamente más de lo habitual para terminar contrayéndose haciendo que todo mi cuerpo diera una fuerte sacudida sobre la cama. Esa profunda contracción produjo que el dolor se extendiera por mis vasos sanguíneos, era insoportable, no podía más. Pero en el último momento saqué fuerzas de cualquier lugar para emitir un ahogado grito, casi un gemido, prácticamente inaudible. Fue lo último que pude hacer antes de quedarme inconsciente.

Se ha convertidooo! oh my god

Opino lo mismo que Beo... que pensará ahora Jacobo Negro? xDD